El reclamo
Érase una vez un reclamo y una jaula...
Juntos habían pasado por infinidad de peripecias y situaciones, no muy satisfactorias, dicho sea de paso, ya que su fin era atraer al feliz pajarillo de turno para ya no dejarlo escapar.
El reclamo, sucio, hecho polvo, medio destartalado, triste y con un parche en un lateral, reclamaba una nueva vida...
Una vida más... elegante y distinguida, más artística y agradecida...
Una vida romántica, alegre, coqueta y divertida...
Una vida luminosa y decorativa...
No hay comentarios:
Publicar un comentario